En un juicio atípico y cargado de emociones en La Consulta, el juez sobreseyó a un docente, y a un fotógrafo, acusados por el ex intendente Mario Guiñazú.
La imagen que ayer entregaba la explanada del Centro Cívico de La Consulta era muy similar a la del 21 de abril de 2009. Entonces, los vecinos autoconvocados contra la minería contaminante manifestaban con carteles su descontento al gobernador Celso Jaque, que tendría allí la reunión de gabinete.
En la mañana de ayer los mismos carteles y hasta los mismos rostros estaban, pero esta vez para apoyar a un profesor y un fotógrafo del pueblo que aquella jornada de 2009 terminaron acusados de amenazas por el ex intendente de San Carlos, Mario Guiñazú, y uno de sus hombres.
Fue un juicio oral y público bastante atípico, no sólo porque por primera vez este juzgado del Valle de Uco se traslada a sesionar a La Consulta, sino por la cantidad de vecinos de la zona que aprovecharon para seguir atentamente el debate. Incluso llegaron asambleístas de Uspallata y de la capital mendocina para acompañar a sus "compañeros". La súplica de "no criminalizar la protesta social" fue una constante en los carteles y en las declaraciones.
Quienes no se presentaron ante el tribunal fueron los denunciantes. Minutos después del mediodía los dos acusados eran "absueltos lisa y llanamente" de todo cargo por el juez Fernando Ugarte, titular del Juzgado Correccional de la Cuarta Circunscripción. El magistrado llegó a este veredicto tras considerar que no había pruebas para sostener tales imputaciones.
En sus declaraciones, Guiñazú sostenía que aquella mañana pidió a los manifestantes que no asustaran a un grupo de niños que querían tomarse una foto con Jaque. A lo que Alberto Piatelli -un conocido docente e historiador de San Carlos, además de referente antiminero- habría respondido con insultos groseros y golpes.
El ex intendente, que por entonces era candidato a concejal por el justicialismo, sintió temor por su vida y su familia y radicó la denuncia. Alentado con una llamada anónima y amenazante que recibió horas después en su domicilio.
Piatelli respondió que ellos se manifestaban pacíficamente y que fue Guiñazú quien intentó sacarle el cartel que sostenía en los brazos. Avalado por sus 46 años de docencia y buena conducta, el hombre de 69 años manifestó al tribunal que nunca faltaría el respeto a un ex funcionario y presentó fotografía que avalaban sus dichos.
Si bien Guiñazú no compareció ante el juez, sí lo hizo una de sus testigos: Cristina Moreno. Sin embargo, algunas contradicciones en las que incurrió con su declaración no pudieron amenguar la idea de que el trasfondo del conflicto es político ni avasallar la imagen de hombre respetado que parece tener Piatelli en su pueblo.
"No se ha logrado desvirtuar su inocencia, puede retirarse", sentenció el juez al profesor. Entonces, el silencio que había respetado durante toda la mañana el auditorio se rompió con un aplauso y el Himno Nacional Argentino entonado a viva voz. Con lágrimas en los ojos, abrazaron y felicitaron al hombre, quien aseguró que "esta es una reivindicación a la lucha en defensa del agua". "Esto me fortalece, me rejuvenece para seguir luchando por diez años más", dijo.
La otra causa era en contra del fotógrafo Rubén Soria, quien trabaja actualmente -y lo hacía el día de los hechos- para el municipio que dirige Jorge Difonso. Aquí también hay cruce de versiones. El denunciante, Daniel Álvarez, sostiene que tropezó con Soria en el momento de la llegada de Jaque y este respondió con amenazas e intimidaciones, que siguieron los días posteriores.
Por su parte, Soria aduce que él fue la verdadera víctima y lamentó no haber radicado en su momento la denuncia. Dijo que Álvarez -de la misma línea del ex intendente- le obstruyó la cámara "para que no registrara el forcejeo de Guiñazú tratando de sacarle el cartel a Piatelli" y la arrojó al suelo, costándole una suma de tres mil pesos el componerla. Soria también fue absuelto ayer.
Un tema tan sensible para San Carlos, como es la minería, le dio otro color al trámite judicial. "Iba pasando y me enteré por los carteles. Entonces, le llamé a mi esposo y le dije que no cocinaba hoy. Quería venir a defender esta gente que nos defiende el agua", comentó una vecina que invirtió toda la mañana en el juicio.
"Cordillera se vende, ver a Jaque", rezaban algunos de los carteles que adornaron ayer la sede del Registro Civil de La Consulta. "No podemos permitir que se siga criminalizando la protesta. Lo mismo está pasando en Uspallata, que llevaron a la Justicia a 7 ambientalistas. Igual con las agresiones en Alvear", se quejó Fabiana Villafañe, una de las voceras de los autoconvocados.
En la mañana de ayer los mismos carteles y hasta los mismos rostros estaban, pero esta vez para apoyar a un profesor y un fotógrafo del pueblo que aquella jornada de 2009 terminaron acusados de amenazas por el ex intendente de San Carlos, Mario Guiñazú, y uno de sus hombres.
Fue un juicio oral y público bastante atípico, no sólo porque por primera vez este juzgado del Valle de Uco se traslada a sesionar a La Consulta, sino por la cantidad de vecinos de la zona que aprovecharon para seguir atentamente el debate. Incluso llegaron asambleístas de Uspallata y de la capital mendocina para acompañar a sus "compañeros". La súplica de "no criminalizar la protesta social" fue una constante en los carteles y en las declaraciones.
Quienes no se presentaron ante el tribunal fueron los denunciantes. Minutos después del mediodía los dos acusados eran "absueltos lisa y llanamente" de todo cargo por el juez Fernando Ugarte, titular del Juzgado Correccional de la Cuarta Circunscripción. El magistrado llegó a este veredicto tras considerar que no había pruebas para sostener tales imputaciones.
En sus declaraciones, Guiñazú sostenía que aquella mañana pidió a los manifestantes que no asustaran a un grupo de niños que querían tomarse una foto con Jaque. A lo que Alberto Piatelli -un conocido docente e historiador de San Carlos, además de referente antiminero- habría respondido con insultos groseros y golpes.
El ex intendente, que por entonces era candidato a concejal por el justicialismo, sintió temor por su vida y su familia y radicó la denuncia. Alentado con una llamada anónima y amenazante que recibió horas después en su domicilio.
Piatelli respondió que ellos se manifestaban pacíficamente y que fue Guiñazú quien intentó sacarle el cartel que sostenía en los brazos. Avalado por sus 46 años de docencia y buena conducta, el hombre de 69 años manifestó al tribunal que nunca faltaría el respeto a un ex funcionario y presentó fotografía que avalaban sus dichos.
Si bien Guiñazú no compareció ante el juez, sí lo hizo una de sus testigos: Cristina Moreno. Sin embargo, algunas contradicciones en las que incurrió con su declaración no pudieron amenguar la idea de que el trasfondo del conflicto es político ni avasallar la imagen de hombre respetado que parece tener Piatelli en su pueblo.
"No se ha logrado desvirtuar su inocencia, puede retirarse", sentenció el juez al profesor. Entonces, el silencio que había respetado durante toda la mañana el auditorio se rompió con un aplauso y el Himno Nacional Argentino entonado a viva voz. Con lágrimas en los ojos, abrazaron y felicitaron al hombre, quien aseguró que "esta es una reivindicación a la lucha en defensa del agua". "Esto me fortalece, me rejuvenece para seguir luchando por diez años más", dijo.
La otra causa era en contra del fotógrafo Rubén Soria, quien trabaja actualmente -y lo hacía el día de los hechos- para el municipio que dirige Jorge Difonso. Aquí también hay cruce de versiones. El denunciante, Daniel Álvarez, sostiene que tropezó con Soria en el momento de la llegada de Jaque y este respondió con amenazas e intimidaciones, que siguieron los días posteriores.
Por su parte, Soria aduce que él fue la verdadera víctima y lamentó no haber radicado en su momento la denuncia. Dijo que Álvarez -de la misma línea del ex intendente- le obstruyó la cámara "para que no registrara el forcejeo de Guiñazú tratando de sacarle el cartel a Piatelli" y la arrojó al suelo, costándole una suma de tres mil pesos el componerla. Soria también fue absuelto ayer.
Un tema tan sensible para San Carlos, como es la minería, le dio otro color al trámite judicial. "Iba pasando y me enteré por los carteles. Entonces, le llamé a mi esposo y le dije que no cocinaba hoy. Quería venir a defender esta gente que nos defiende el agua", comentó una vecina que invirtió toda la mañana en el juicio.
"Cordillera se vende, ver a Jaque", rezaban algunos de los carteles que adornaron ayer la sede del Registro Civil de La Consulta. "No podemos permitir que se siga criminalizando la protesta. Lo mismo está pasando en Uspallata, que llevaron a la Justicia a 7 ambientalistas. Igual con las agresiones en Alvear", se quejó Fabiana Villafañe, una de las voceras de los autoconvocados.
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