CHAU SAN JORGE!!!!!!!!

martes, 18 de diciembre de 2007

EL 20 A LAS 20

El día 20 de diciembre se cumplen 6 meses de la sanción de la ley 7722.
Alvear quiere festejar y al mismo tiempo demostrar que sigue unido y alerta.
Queremos invitar a todos los que comparten nuestra lucha a sumarse a esta fiesta con pancartas, stands informativos, etc.
En la oportunidad se colocará la placa conmemorativa "AL PUEBLO DE GENERAL ALVEAR COMO COMUNITARIO DEL AÑO POR SU HISTÓRICA LUCHA EN DEFENSA DEL AGUA Y LA VIDA"
Habrán grupos artísticos y se proyectarán videos con imágenes de los heróicos días de junio de 2007.
Multisectorial de General Alvear

lunes, 17 de diciembre de 2007

Vecinos pusieron en jaque a los panelistas congreso de la CNEA

Noticias y Artículos 17/12/2007 08:41 AM



San Rafael, Mendoza, Argentina - 16/12/07. Terminó el congreso que organizó la CNEA en San Rafael con auspicio de la municipalidad. El tema central fue la remediación de los residuos radiactivos en la minería de uranio. La inscripción era de u$s 500, el cronograma de actividades estaban en inglés y contaba con expositores internacionales. Pero hoy 14 de diciembre entre las 9.00 y 10.30 hs fue abierto para todo público para que el panel de expertos pudieran responder las preguntas de la comunidad. La charla se extendió bastante y no pudieron hacer el break para el cafecito, se les notaba en la cara, tampoco pudieron hacer sus exposiciones con Power Point, porque las inquietudes de los asistentes sobrepasaron la charla que ellos previamente habían planificado.
Por Virginia Leopardo *


Terminó el congreso que organizó la CNEA en San Rafael con auspicio de la municipalidad. El tema central fue la remediación de los residuos radiactivos en la minería de uranio.

La inscripción era de u$s 500 y la invitación y el cronograma de actividades estaban en inglés, contaba con expositores internacionales.

Hoy 14 de diciembre entre las 9.00 y 10.30 hs fue abierto para todo público para que el panel de expertos pudieran responder las preguntas de la comunidad.

Nos hicimos presentes un grupo de vecinos a pesar del poco tiempo para organizarnos y difundirlo, ya que semanas anteriores, habíamos averiguado a través de Internet y en el mismo local de información de la CNEA y nos habían comunicado que el tema a tratar era sobre investigaciones que se llevaron a cabo en nuestro país sobre la radiación cósmica y que no se trataría en absoluto el tema de la remediación de los residuos, ni el de la minería de uranio. Ante este hecho de incertidumbre en la información no pudimos invitar a los técnicos que generalmente nos asesoran. De todas formas el resultado fue muy bueno.

La charla se extendió bastante y no pudieron hacer el break para el cafecito, se les notaba en la cara, tampoco pudieron hacer sus exposiciones con Power Point, porque las inquietudes de los asistentes sobrepasaron la charla que ellos previamente habían planificado.

El final se puso bueno, llegó un momento en que se hizo un silencio total por parte de ellos cuando uno de los asistentes les dijo que la desconfianza de la gente proviene de las reiteradas mentiras que el tiempo fue desenmascarando como la vez que en el año 86 (apróx.) en un encuentro en la ciudad de Malargüe gente de CNEA les dijo a los vecinos del lugar que tenían que dejar de preocuparse por la radiactividad porque habían perimetrado el lugar donde se encuentran las colas de uranio con un alambrado romboidal. Ellos se quisieron enterrar vivos y yo casi sentí piedad por verlos hacer puchero.

Ese fue un clímax pero las mentiras no son sólo del pasado. Nos dijeron cosas que, por lo menos, son confusas.

Por ejemplo, cuando alguien preguntó cuánta cantidad de agua utilizarían por día de ser reabierta la mina en el proceso de lixiviación, (hubo que inistir con la pregunta cerca de cuatro veces), la respuesta, a cargo de Alberto Castillo fue muy larga pero no contenía cifras, no las recordaba, consultó y finalmente dijo 700.000 litros de agua por día, pero nos aclaró que no la sacaban del río sino que era subterránea y que esa agua no era la que nosotros utilizábamos para regar y tomar. Entonces se le preguntó si el agua de la napa no era del río y dijo que no.

También se le preguntó si toda esa cantidad de agua al ser utilizada se convertía en la misma cantidad de residuo líquido y nos dijo que el agua restante se deposita en piletones de evaporación y sólo quedan precipitados los sólidos como las sales que son los contaminantes, es decir que el agua que se evapora es agua sin contaminación. Entonces le dijimos que podrían recuperar el agua para volver a usarla o devolverla al río y ellos dijeron que no podían porque la gente “sospechaba”.

Después ellos solitos sacaron el tema de Chernobyl. Dijeron que las ONGs internacionales denunciaban que los afectados habían sido 50.000 y ellos, la organización internacional de energía atómica, habían hecho estudios serios y sólo eran 10.000.

También se tocó el tema de la radiación en los efectos en la salud, hablaron de dosis mínima cuando sabemos de la existencia de estudios científicos que aseguran que no hay niveles mínimos, ya que la radiación es acumulativa y cualquier valor de radiación implica un riesgo. También dijeron que el radón era un material noble y que algunas personas consideraban beneficiosos los efectos de este gas en la salud en dosis controladas, comentaron que las viviendas también liberan radón y que en ocasiones es más alto el nivel de radiación en los hogares que en la propia mina, un asistente acotó que eso también le parecía poco creíble ya que en tal caso sería más seguro vivir en la mina que en nuestras propias casas, el panel de expertos dijo a coro: “ y claro!!”

Cuando se tocó el tema de la necesidad del país de obtener más energía mencionaron muy por encima el plan nuclear argentino que comprende el proyecto de nuevas centrales nucleares y varias explotaciones uraníferas no sólo en San Rafael sino también Cerro Solo, Don Otto y otras. Se les preguntó entonces si tenían el precio o el costo del Kw. proveniente de energía nuclear, por supuesto contando los costos de la construcción de las centrales, los de las explotaciones mineras, más los gastos de la remediación de los residuos radiactivos que se generan en todas las etapas de la industria nuclear y si lo habían comparado con los costos del Kw. de energía eólica o hidroeléctrica por poner algunos ejemplos. Respondieron pero sin cifras. Creemos que éste es un detalle fundamental para que el país pueda decidir de qué forma y con qué métodos va a obtener su energía.

Nos contestaron que en nuestra zona quizás no era apta para obtener energía eólica a lo que nosotros contestamos que seguramente San Rafael no necesita más energía porque ya produce suficiente para su consumo con las dos centrales hidroeléctricas. Pero que como nuestro país tiene un sistema interconectado de energía el tema del lugar de ubicación de estos emprendimientos era indistinto. Entonces ellos admitieron que verdaderamente San Rafael no necesitaba más energía porque le bastaba con la que ya se produce en el lugar.

Cosas disparatadas hubieron muchas más. Pero algo bueno nos dijeron. Y fue que si San Rafael decide que no quiere la minería de uranio, la mina de uranio no se abrirá, que sin consenso social no explotarán el yacimiento. Ojalá, así sea.

Admitieron que la actual ley provincial Nº 7722 les impide abrir por el momento el yacimiento y también admitieron que la justicia no les permite abrir la mina hasta no hacer la remediación de los residuos de la explotación pasada.

Finalmente el tiempo de debate se terminó, las caras largas de los expositores por no haber podido lucir sus presentaciones acartonadas, algunos de los asistentes, vecinos de San Rafael, estaban indignados por la desfachatez de los responsables, otros aprovechaban para degustar los saladitos que se ofrecían en el hotel de más categoría de la ciudad y de esa forma pasar el trago amargo que les había dejado el debate. Yo estaba contenta y me sentía victoriosa porque entre todos pudimos cerrar el congreso diciéndoles que nuestro lugar y nuestra vida y el futuro valen mucho más que el uranio.

* Agrupación Uranionogracias, integrante de AMPAP (Asamblea mendocina por el Agua Pura) y UAC (Unión de Asambleas Ciudadanas)
www.uranionogracias.com.ar

viernes, 7 de diciembre de 2007

Piden la inconstitucionalidad de la ley que frena la minería contaminante




Antes de la aprobación de la norma hubo reclamos a favor y en contra de la actividad.

Eduardo Luis Ayassa eayassa@losandes.com.ar
Una empresa minera presentó una demanda contra la Provincia de Mendoza. Lo hizo ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación y en su reclamo pide que se declare la inconstitucionalidad de la Ley Provincial 7.722, conocida como "Ley Cobos" y por la cual se prohíbe a la industria minera el uso de cianuro, ácido sulfúrico, mercurio y otras sustancias tóxicas.

La presentación la concretó Energía Mineral SA (EMSA), con capitales internacionales, cuyo principal objetivo es la exploración de uranio en distintas provincias de la Argentina, entre las que se encuentra Mendoza.

Según se informó, la acción fue presentada ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación y no ante la Justicia mendocina, basada en la letra del artículo 117 de la Constitución Nacional y la jurisprudencia de la Corte, que hablan de los juicios en los que sea parte una provincia y se discutan materias de carácter federal (como violaciones a la Constitución Nacional y tratados internacionales) que corresponden exclusivamente a la jurisdicción del más alto tribunal del país.

La letra atacada

La Ley Provincial 7.722, sancionada por la Legislatura mendocina en junio de este año, prohíbe el uso del cianuro, ácido sulfúrico, mercurio y "otras sustancias tóxicas similares", pero únicamente para la industria minera y establece que las declaraciones de impacto ambiental requeridas para todas las etapas de esta actividad deben ser ratificadas por una ley provincial. Las empresas radicadas en Mendoza pueden usar estas sustancias siempre y cuando su actividad no esté relacionada con la minería.

Con esa base, la presentación -hecha por la empresa de origen canadiense- se fundamenta en la acción declarativa, asegurando que esta norma es “discriminatoria y viola el derecho a la igualdad ante la ley, establecido por el artículo 16 de la Constitución Nacional”.

También se afirma que la minería es una actividad declarada de interés público por el Código de Minería y está protegida por el Artículo 14 de la Constitución Nacional, que otorga a los habitantes de la Nación el derecho a ejercer toda industria lícita. “El ácido sulfúrico y el cianuro son sustancias indispensables para la actividad minera, por lo cual prohibir su uso equivale a prohibir la minería en Mendoza y viola el derecho constitucional de ejercer una industria lícita”.

Finalmente y después de calificar la ley como “discriminatoria y arbitraria”, en el escrito se señala que además dicha norma viola también la garantía de "trato justo y equitativo", establecida en el Tratado Bilateral de Protección de Inversiones entre la Argentina y el Canadá.

La demandante

Energía Mineral SA (EMSA), subsidiaria de Calypso Uranium Corp., según un comunicado, dice ser “una empresa cuyo principal objetivo es la exploración de uranio en distintas provincias de la Argentina, implementando sus programas de prospección y exploración, dentro del marco de minería moderna, sustentable y responsable”, destacando que es “la única dedicada a la minería de uranio con un programa de Seguridad y Protección Radiológica, bajo estándares internacionales y de aplicación interna y externa”. Ahora sólo resta esperar el fallo de la Corte Suprema.

“Se necesita una sociedad comprometida para recuperar el medio ambiente”


La especialista española estuvo en Mendoza y habló con Los Andes.

Por Virginia Di Bari Fotos: Diego Parés
Aunque su vocación la llevó a transitar los caminos del Derecho Mercantil y Civil, su pasión por la naturaleza hizo que su rumbo cambiara. Hace once años, cuando nadie se involucraba demasiado en los temas ambientales desde el punto de vista legal, la española María Ángeles López Lux comenzó a trabajar como abogada ambientalista para asesorar a comunidades y empresas que sufren porque nadie respeta su derecho de vivir en un lugar saludable.

Con el paso del tiempo, esa tarea derivó en la creación de la ONG Asociación para la Comunicación e Información Medioambiental (Acima), que funciona en Madrid y se encarga de que los ciudadanos conozcan su derecho a informarse, a participar en la toma de decisiones y acceder a la Justicia en todo lo que hace a asuntos ambientales, tal como lo afirma el convenio de Aarhus de la ONU, ratificado por España.

En su paso por Mendoza, López Lux habló sobre la lucha que lleva adelante y su convicción de que el respeto hacia el lugar en donde vivimos viene de la mano de la sociedad. "Los ciudadanos deben tener el ejercicio de preguntar al poder público qué es lo que se está produciendo o dañando. Tienen que recurrir al Estado porque es el que otorga los permisos y el intermediario para reclamarle a las empresas para que informen de qué manera influyen o no en el medio ambiente", aseguró.

-¿Se puede lograr un equilibrio entre medio ambiente, desarrollo social y crecimiento económico?

-El desarrollo sostenible, que es el que coordina estos tres factores, es una entelequia. Aún no he visto un ejemplo práctico sobre esto. Una empresa puede hacer una evaluación de impacto ambiental determinada, pero luego ocurren cosas que no estaban detalladas en los informes porque las cuestiones ambientales, muchas veces, son imposibles de prever.

-Justamente, en Mendoza la población reaccionó en contra de la explotación minera metalífera porque dudan de que sea una actividad sustentable...

-La minería es lo que más impacto genera en el medio ambiente, pero para eso están las nuevas tecnologías. En Europa, en todos los ámbitos, se les obliga a las empresas a adquirir los instrumentos novedosos que existen dentro del mercado con el fin de evitar la contaminación en el medio ambiente. Además, los políticos deben exigirles que apliquen el sistema de compensación: daño que hacen, daño que pagan.

-¿Cómo funciona?

- En España, si alguien consume un recurso natural y al mismo tiempo provoca un daño imposible de evitar, está obligado a preservar una especie en peligro o algún otro ambiente de la naturaleza que nadie cuide.

-De todas formas, en la provincia se aprobó en junio una ley que prohíbe utilizar sustancias tóxicas en la minería a cielo abierto.

-Es que es muy simple, puedes consumir el oro pero no cargarte un río. Hay una norma básica que es la preservación de las aguas, una problemática con la que se va a encontrar la humanidad en pocas fechas. Así que todo lo que implique maltratar ese recurso ya es peligroso.

El poder de la gente

-¿Cómo ve la participación ciudadana en los temas ambientales?

-Sin duda, la única forma de recuperar el medio ambiente es a través de una sociedad comprometida con estos temas. De alguna manera se ha puesto a los ciudadanos en la obligación de vigilar, cuando esa obligación debería ser del poder público que autoriza a las empresas a llevar adelante sus proyectos. Los ecologistas -que antes luchaban solos- ahora cuentan con el poder ciudadano que poco a poco comienza a emerger.

-Entonces, ¿qué rol debe cumplir el Estado?

-Aplicar a rajatabla las leyes que tiene, porque hay exceso de legislación. Lo que pasa es que hay cierta desconfianza por parte del ciudadano de que, pese a las normas, no existe prevención ni control del impacto ambiental. Por eso, la población muchas veces se opone a los emprendimientos de las empresas.

-¿Y las empresas, cómo deben colaborar?

-Deben trabajar desde la transparencia de la información. Es necesario que hagan públicos sus impactos, y para eso ya existen procedimientos voluntarios y obligatorios. En Europa, por ejemplo, existe un Registro Público de Emisiones. Allí, las empresas declaran cuánto están vertiendo o emitiendo de sustancias para que todo el mundo pueda verlo.

MAPA AMBIENTAL MINERO

MAPA AMBIENTAL MINERO