Representantes de once comunidades huarpes están en desacuerdo con el decreto que fue firmado entre los habitantes de las Lagunas del Rosario y el Gobierno.
La firma del decreto por el cual el Gobierno provincial se compromete a entregar 106 mil hectáreas a más de cien familias que viven en Lagunas del Rosario (Lavalle), no tardó en generar rechazo por parte de los representantes de otras comunidades que aseguran ser descendientes de Huarpes.Ahora, mientras los cuestionamientos llegaron hasta la oficina privada del propio Gobernador Celso Jaque, las aguas entre los habilitantes del campo están divididas. Incluso aún quedan varios puntos por resolver antes de que los terrenos sean cedidos a los pobladores.
La polémica que ahora pone frente a frente a los propios lavallinos surgió el 19 de abril, cuando en el marco de los festejos por el Día Internacional del Aborigen, los lagunenses firmaron el documento por el cual se establece la expropiación de las tierras y su posterior traspaso a la comunidad. Pero el caso fue que el beneficio fue firmado sólo por uno de los jefes de las comunidades originarias de las once que hay en la zona del desierto de Lavalle.
Según destacó Edgardo Tello, presidente de la comunidad Huarpe de Los Sauces -San Miguel-, cuando se firmó el decreto que establece la cesión de las tierras, entre las familias de Laguna del Rosario y el Gobierno, ni siquiera fue convocado a opinar.
"Fuimos totalmente discriminados y por eso emplazamos al Gobernador a que se retracte", dijo Tello, quien presentó un escrito formal a la Gobernación donde además de expresar su rechazo al acuerdo acusa a "Jaque y sus funcionarios de escondernos y rechazarnos".
El verdadero pedido por parte de las comunidades consiste en que se les dé las 660 mil hectáreas del secano bajo la forma de un solo territorio que pertenecería al menos a unas 4 mil personas. Todas, en conjunto, tendrían bajo un solo nombre el título de propiedad de los terrenos.
El argumento que sostiene esta postura se basa sobre el principio de no división de las tierras que los pueblos originarios mantuvieron a lo largo de siglos. "Queremos que se respete lo que dice la Constitución Nacional", expresó Tello y citó el artículo 75, inciso 17, donde se menciona la responsabilidad del Estado para devolver los terrenos a las familias bajo el concepto de comunidad.
Por su parte, Juan Nievas, quien preside la comunidad Huarpe de las Lagunas del Rosario, salió a responder los dichos de Tello; recolectó firmas que le dan su apoyo, elevó una nota al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas y defendió que las tierras sean compartidas también entre los puesteros que viven en el lugar desde hace muchos años: "Son personas que nacieron allí y también es justo que se les reconozca su territorio. Todos tienen derechos aunque no sean descendientes de comunidades originarias, por eso consideramos que cada padre de familia debe recibir su escritura como corresponde", explicó Nievas, basándose en la Ley Provincial de Arraigo del Puestero (N° 6.086).
Más allá de esto, lo cierto es que aún queda un largo tramo para que la letra del decreto firmado por Jaque tenga una real aplicación. Mediciones de mensura y relevamientos en los distintos puestos son sólo una parte de los trámites a resolver.
Así, las problemáticas que hoy viven los pobladores del secano son compartidas a pesar de las diferencias que hoy los separan. Es que si hay algo que se requiere, es un mayor impulso para producir.
La mayoría de las familias se dedican a la crianza de caprinos y, en lo posible, recolectan junquillo y realizan artesanías para luego comercializarlas. Pero lo cierto es que la falta de agua les hace casi imposible generar pasturas para el ganado o regar los cultivos.
Por eso, Nievas considera fundamental la implementación de un plan de acción que, además de mejorar la calidad de las viviendas, les permita tener garantizada la provisión de agua.
Gracias MIGUEL TITIRO mtitiro@losandes.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario