La compañía de origen canadiense Coro Minning (representada a nivel local por la Minera San Jorge) pretende explotar cobre y oro en el paraje de 115.000 hectáreas conocido como El Yalguaraz, a 45 kilómetros de la villa de Uspallata, en Mendoza.
La empresa dice que garantizará la extracción de cobre mediante el método de flotación (con químicos no contaminantes) y prescindirá del ácido sulfúrico, según lo dispuesto por la ley provincial 7.722.
Hasta allí llegó Fernando Solanas para exhibir su película 'Tierra Sublevada (Oro Impurto)'.
Uspallata era conocida por sus paisajes montañeses y por ser una parada casi obligatoria para quienes viajan a Chile.
Todo cambió desde que desembarcó del proyecto de explotación minera San Jorge.
Hoy el pueblo se debate -tal como ya ocurrió en Esquel, Chubut, años atrás, y por suerte ganaron los ambientalistas- entre los que se oponen a esta actividad por considerarla contaminante y riesgosa, los que están a favor y consideran que el proyecto generará inmejorables ofertas de trabajo y los indiferentes, un sector mínimo, pero que también genera polémica, especialmente porque se los acusa de tener "falta de compromiso".
Las diferencias quedaron en evidencia cuando el director de cine y diputado electo por la Ciudad de Buenos Aires, Fernando Solanas -férreo opositor a la explotación minera- visitó la villa para presentar su película más reciente.
El mega proyecto de extracción de cobre y oro en el norte de Uspallata de la Minera San Jorge ha enfrentado algunas oposiciones específicas centradas en el uso del agua (cantidad y fuente de origen), el impacto que puede tener en el entorno (tanto geográfico como ambiental), pero sobre todo, por el empleo del iso butil xantato de sodio, una sustancia química que ha sido puesta en duda por ser considerada no degradable y contaminante.
"(...) Solanas fue recibido como un héroe por los asambleístas y ambientalistas, pero como un "mentiroso y fabulador" por quienes defienden la actividad minera. Y si bien ambos grupos tienen sus adeptos y convicciones, en proporción son más los que llevan la bandera opositora a la explotación.
Durante la exposición de Solanas, también quedó claro que los caminos de tolerancia y diálogo entre vecinos ya se bloquearon y no hay marcha atrás.
Entre los defensores a la actividad se destacaron algunos representantes de la Cámara Argentina de Servicios Mineros -que viajaron especialmente de San Juan-, representantes del sindicato minero de Mendoza (AOMA), que también pasaron el día en Uspallata para dejar sentada su posición ante Solanas, y unos 15 pobladores del lugar, que consideran que la minería "no es tan peligrosa como se dice". Muchos de ellos ya han presentado su CV en San Jorge y están a la espera de que se los convoque para trabajar y participar del proyecto.
Carteles, pasacalles y pancartas, sumado a que es el tema obligado de charlas de café o en cualquier escenario, han transformado las calles de la zona en una sola pegatina de papeles, digna de cualquier ciudad o provincia en época de campaña electoral. Y si bien la amplia mayoría de los habitantes ha dejado más que claro que "bajo ningún punto de vista está dispuesto a permitir la actividad minera en su suelo", también están los que consideran que la minería no tiene por qué ser contaminante y que es fuente de trabajo. Y a menos de 40 kilómetros de esta discusión en la villa cabecera, la zona en cuestión aguarda el dictamen que autorice -o no- la explotación.
Quizás lo registrado ayer pinte de cuerpo entero el panorama actual de Uspallata. Especialmente preparada para la presentación del film de Solanas, sobre calle Las Heras -una de las principales calles del lugar-, una gran carpa fue instalada por los vecinos y asambleístas autoconvocados del lugar. Allí, el diputado electo llegó cerca de las 12 para dar inicio a su conferencia.
Casi al mismo tiempo, en la entrada principal a la villa, algunas trafics y colectivos con cerca de 60 personas partidarias de la explotación minera iban llegando, armando sus carteles y, al ritmo de redoblantes y bombas de estruendo, marcharon los 200 metros que los separaban de la carpa de los asambleístas.
Allí llegaron, mantuvieron fuertes cruces verbales con los ambientalistas -que afortunadamente no pasaron a mayores- y, una vez iniciada la ponencia de Solanas, hicieron un abrazo simbólico a la carpa, quedando hasta espacialmente marcada la división: los "anti minería" adentro, recibiendo el apoyo de Pino Solanas, y los "pro minería" afuera, haciéndose notar a través del ruido." (...)".
Según dijo Pablo Alonso, gerente de Medio Ambiente de la minera, "de todas las observaciones presentadas en la consulta pública, muchas no tienen rigor científico como tampoco sustento". Exceptuó las presentadas por el Complejo Astronómico Leoncito (San Juan) y la Universidad de La Plata.
El Observatorio del Leoncito ha sostenido que tanto "el polvo en suspensión" como el "efecto lumínico de las luces de la planta minera" afectan a sus observaciones científicas astronómicas diarias.
El Estado sanjuanino dispuso en una ley provincial (la Nº 5.771) que, para preservar la tarea de este observatorio, quedaba excluida cualquier actividad que fuera a menos de 15 kilómetros a la redonda de dicho instituto.
Alonso aseguró que "la base de la minera está a más de 35 kilómetros del observatorio", lo cual no perjudicaría, de acuerdo a la norma establecida, en este punto a dicho instituto. A su vez, señaló que en el territorio, el cual es casi coincidente con el límite entre Mendoza y San Juan, hay "una rugosidad topográfica" que aminoraría el efecto del polvo en suspensión, porque actuaría como barrera natural.
En cuanto al "efecto lumínico", como en la legislación nacional no hay ningún precedente sobre este impacto ambiental, la empresa San Jorge "se compromete tomando como norma una reglamentada en Chile, que establece proteger los 'cielos oscuros' necesarios para la práctica de la astronomía profesional en las regiones chilenas de Antofagasta, Atacama y Coquimbo", indicó Alonso.
Asimismo, también manifestó que con respecto al xantato de sodio, según estudios de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de USA y el Centro Canadiense de Salud y Seguridad Ocupacional, "el etil xantato de sodio tiene un olor desagradable, parecido al de la calabaza podrida, es de baja toxicidad y no se acumula en el organismo".
Con respecto al temido uso del agua por la minera, Alonso explicó que el mismo dictamen técnico de la UTN señaló que "no constituye un riesgo respecto de la calidad de las aguas superficiales y subterráneas de la cuenca Yalguaraz, ni afectación a la subcuenca del arroyo Uspallata y en consecuencia sobre la cuenca del río Mendoza", citando textualmente este documento.
Volviendo a lo ocurrido con Fernando Solanas:
"¡Hoy Uspallata le habla a todo el país. La resistencia de Uspallata se conoce en todas las ciudades argentinas y lo de ustedes es grande, es la fuerza de quienes defienden la vida!", arengó Solanas con su alocución ante más de 150 personas.
"Máquinas de muerte que se van a chupar toda el agua que tenemos", "Mafias saqueadoras y contaminantes" y "Corporaciones que ofrecen muerte" fueron algunas de las duras metáforas a las que Solanas recurrió para referirse no sólo al proyecto San Jorge, sino a todas las explotaciones mineras que hoy existen en la Argentina.
Del mismo modo, el dirigente exhortó a los asambleístas a no torcer el brazo ni dar marcha atrás "ni un tranquito de pollo", considerando que es la forma de frenar este avance.
"Es como cuando si uno saltase una tranquera y hubiese un perro del otro lado. Si uno se asusta y sale corriendo, el perro lo va a perseguir y probablemente lo termine mordiendo. Pero si uno enfrenta al perro con valor y, en vez de huir, le hace frente, es el perro quien se va a terminar asustando", resaltó Solanas.
"El pueblo no está separado, esas son payasadas que inventan siempre las empresas para generar conflictos y resultar victoriosas. Eso es algo que me ha pasado en todos los lugares a los que he ido a presentar mi película, son siempre las mismas trafics y camionetas de las empresas las que traen a esta gente con pancartas a provocar".
Del mismo modo, atacó con dureza al gobernador de San Juan, José Luis Gioja y a su hermano César -legislador nacional-, a quienes acusó de haber cambiado según sus intereses la legislación nacional.
"Los Gioja hacen negocios con el delito, negocian con las mineras. Buena parte de San Juan es rehén de ellos, porque dominan la Justicia de allá, los medios, todo, por eso es que muchos sanjuaninos tienen miedo de hablar, porque amedrentan a quien se opone. Están haciendo operaciones non sanctas", continuó Solanas, agregando que el emprendimiento Veladero (uno de los más importantes de la vecina provincia) produce 4.000 toneladas de cianuro por año.
Alder Corsanigo, miembro de la asamblea de vecinos autoconvocados de Uspallata, resaltó a Los Andes cómo se ha dividido hoy la sociedad en esa localidad.
"La mayoría de los vecinos que nacimos, crecimos y nos criamos aquí estamos en contra de la minería contaminante a cielo abierto. Si hoy estamos separados, es una separación que ha creado la misma empresa minera, porque entre los manifestantes pro minería, no había más de 10 o 15 vecinos que viven acá. Y actúan ante una urgente necesidad de trabajo, se postulan a algún puesto en la minera. Hoy el enfrentamiento no es de vecinos entre vecinos, sino que es de Uspallata contra la empresa", resaltó el hombre.
En la misma sintonía, Martín -otro joven vecino de esa localidad lasherina- también intentó desmitificar la minería como única alternativa de trabajo. "Acá trabajo hay, no es imprescindible la minería", acotó. Daniel Quiroga también se sumó a las denuncias de los ambientalistas, al acotar que desde la empresa minera fueron a patotear para que no realizara el acto en el predio. "No es gente de Uspallata la que ha hecho esto, son infiltrados", denunció.
Mientras tanto, afuera de la carpa, representantes del sindicato minero provincial, de la Cámara Argentina de Servicios Mineros y una quincena de vecinos de Uspallata mantenía su vigilia .
Alberto, un hombre que había viajado de San Juan junto a su hijo, enfrentó a Solanas y, tras estrecharle la mano, sin perder la calma le manifestó que se volvería a su provincia "decepcionado" porque había llegado con la ilusión de poder debatir sanamente. Claro que la tensión y la falta de tolerancia hicieron que esto fuera imposible.
"Nosotros nos vinimos acá porque hoy viene Pino a mostrar una película que es una mentira. Traemos estudiantes, gente de San Juan, que está trabajando en los lugares donde él dice que se contamina a demostrar que no es así. Esta gente viene a decir su verdad", destacó por su parte Juan Carlos Ortiz, secretario general del sindicato minero de Mendoza.
Patricia del Pilar e Inés Rosales, dos vecinas que además trabajan en la delegación municipal de Las Heras en Uspallata, también criticaron con dureza a los asambleístas, al considerar tajantemente que "los autoconvocados no son la voz del pueblo" y que los puestos de trabajos ofrecidos por San Jorge son algo "sumamente positivo".
Otro grupo que quedó expuesto a fuertes cuestionamientos de los ambientalistas fue el de tres representantes de la Cámara Argentina de Servicios Mineros, oriundos de San Juan. Al finalizar la conferencia de Solanas, éstos intentaron debatir de manera calma con los vecinos de Uspallata, pero esto nunca fue posible. Fabrizio Benedetti, miembro de la entidad, explicó a Los Andes cuál fue el problema.
"No nos gusta que se le mienta a la gente. Quisimos escuchar y de paso contar cómo es la experiencia en San Juan, pero no pudimos. Lo que queremos dejar en claro es que hay dos cosas que no se discuten: le decimos no a la minería contaminante y el agua vale más, mucho más que el oro. El problema es que no hay información clara, hay mucha desinformación y ese es el problema. No se le puede decir no a todo tipo de minería por el solo hecho de decirle que no", sentenció Benedetti."
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