Determinar si la cuenca de Uspallata está separada de la cuenca Yalguaraz y si el isobutil xantato de sodio es o no una sustancia tóxica, son dos de los puntos que los académicos piden que la empresa precise.
viernes, 09 de abril de 2010
Desde que el  proyecto San Jorge, de la minera Coro Mining, manifestó su intención de  extraer  cobre y oro en Uspallata durante 16 años, llovieron opiniones a favor y  en  contra. Si bien las organizaciones ambientalistas suelen ser el frente  más  opositor a este tipo de emprendimientos, existen otras voces que en sus  informes  sectoriales recomiendan a la empresa que realice estudios más precisos  para  despejar las dudas que existen.
Ahora, la Universidad Nacional  de  Cuyo (UNCuyo) también pone el ojo en dos de los puntos que más polémica  han  generado: determinar si la cuenca de Uspallata está separada de la  cuenca de  Yalguaraz -área donde se desarrollarán las tareas- y si el isobutil  xantato de  sodio, que se utilizará durante el procedimiento, es o no una sustancia  tóxica.
La investigación de la UNCuyo, llevada adelante por un  grupo de  especialistas de diversas disciplinas, fue entregado a la Secretaría de  Medio  Ambiente el 23 de marzo pasado. Ayer, entró a la Dirección de Protección   Ambiental para terminar anexado al expediente que guarda todo lo que se  ha ido  evaluando acerca del emprendimiento minero.
Justamente, para el  momento  de hacer su revisión y entregar sus conclusiones, la institución  educativa tuvo  en cuenta muchos de los análisis técnicos que ya estaban  disponibles.
Las   recomendaciones
El Informe de Impacto Ambiental (IIA)  elaborado  por la empresa y el Dictamen Técnico realizado por la Universidad  Tecnológica  Nacional, Facultad Regional Mendoza (UTN), cuestionado en su momento por  varios  profesionales en el tema, indican que la mina estará ubicada sobre un  "acuífero  cerrado", es decir, desconectado de las aguas que riegan la región, algo  que  haría más seguro el proyecto desde el punto de vista ambiental.
En  este  sentido, el documento de la UNCuyo sostiene que "si bien en el IIA se  presupone  que no existe vinculación de las aguas de la cuenca de la ciénaga de  Yalguaraz  con los ríos San Juan, Mendoza u otras cuencas del área, los estudios  presentados son insuficientes a tal fin, no permitiendo confirmar con  certeza  dicha información. Por ello, a efectos de considerar la factibilidad del   proyecto desde el punto de vista del recurso hídrico, se recomienda  completar la  información hidrogeológica presentada".
Además, la institución  educativa  aporta detalles de cuáles son los pasos específicos que recomienda  seguir a la  empresa para brindar mayores precisiones y despejar dudas.
El  trabajo de  la UNCuyo también ahonda en los productos que se van a usar para  desarrollar los  trabajos, como el disulfuro de carbono. Se trata de "una sustancia  generada por  descomposición del xantato en forma permanente". Así, afirma que "el  disulfuro  de carbono es considerado una sustancia tóxica similar al cianuro, al  mercurio y  al ácido sulfúrico por lo que no cumpliría con la Ley Provincial 7.722  (ver  aparte)".
Eduardo Sosa, titular de la organización ambientalista  Oikos  arrojó un panorama más claro sobre este punto al mencionar que "no hay  forma de  trabajar con el xantato, sin producir disulfuro de carbono".
De  este  modo, la organización vuelve a plegarse a las opiniones que cuestionan  la  utilización del isobutil xantato de sodio durante el procedimiento que  aplicará  la minera en sus tareas y a la incertidumbre que existe sobre las  cuencas  hídricas. Varias de estas inquietudes ya fueron denunciadas por la  entidad en  setiembre pasado. Virginia Di Bari - vdibari@losandes.com.ar   
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Textual de la UNCuyo
“En base a la  información analizada y presentada en el  presente informe de la Universidad Nacional de Cuyo, se concluye que el  IIA del  proyecto minero San Jorge, presenta una gran cantidad de falencias e  inexactitudes, las que impedirían garantizar su viabilidad ambiental,  particularmente ante la comunidad.”
“Asimismo, los beneficios y  perjuicios estimados a partir de las consideraciones económicas y  sociales,  indican que la sociedad no resultaría adecuadamente beneficiada, en  términos  generales, en caso de llevarse a cabo el proyecto.”
“Por último,  se ha  visualizado claramente que la legislación minera, asociada a los grandes   beneficios económicos y a las ventajas impositivas de los proyectos  mineros, se  muestra como inadecuada para garantizar el beneficio social que un  proyecto de  esta naturaleza debería tener.”
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La firma dice que Yalguaraz y Uspallata están separadas
El  Departamento General de Irrigación (DGI) sostiene que numerosos  informes técnicos hacen referencia a que la cuenca de Uspallata estaría  "al  menos superficialmente" separada de la cuenca de Yalguaraz.
Pero  pone en  duda que a nivel subterráneo los acuíferos sean independientes y  menciona los  datos aportados por la Secretaría de Minería de la Nación: "El valle de  Uspallata no es una cuenca cerrada", ya que "existe una unión al Norte  con el  valle de Calingasta, mediante la ciénaga de Yalguaraz, y al Sur con el  río  Mendoza".
Respecto del uso de isobutil xantato de sodio, el  máximo  referente del control del agua en Mendoza se limita a decir que "puede  causar  toxicidad en la fauna acuática en niveles de 0,1 mg/l (miligramos por  litro) y  en la salud humana".
Por eso, Irrigación sugiere a la empresa que  amplíe  sus estudios para arrojar claridad sobre estos temas centrales. Al mismo  tiempo  advierte que al estar frente a esta incertidumbre científica -y hasta  tanto no  se aclare la situación- se aplique el principio de precaución (previsto  en la  ley 25.675) para evitar potenciales afectaciones al ambiente.
De  hecho,  la Secretaría de Medio Ambiente sacó recientemente una resolución por la  cual  pide a la empresa que realice estudios hidrológicos más concretos,  conforme a lo  que ha indicado Irrigación.
La comuna lasherina también hace  hincapié en  la necesidad de que la autoridad de aplicación (en este caso las  direcciones de  Minería de la provincia y de Protección Ambiental) designe un organismo  que se  encargue de aclarar las características del isobutil xantato de sodio. 
Pretende que se determine con precisión si ese elemento está  comprendido  dentro de las sustancias prohibidas por la ley 7.722 (cianuro, mercurio,  ácido  sulfúrico y otras sustancias tóxicas similares).
Propone que, en  caso de  que no esté alcanzado por los términos de la normativa, como lo  dictaminó la  UTN, se adopten las medidas de seguridad y control que correspondan.  Además,  indica que aún "falta certeza sobre las características de la cuenca de  Yalguaraz".
La   minera
La minera ha sido contundente con estos dos  aspectos y ha  ido contestando cada uno de los pedidos de los organismos  estatales.
Pablo Alonso, gerente de Medio Ambiente y Relaciones  con la  Comunidad de la empresa sostuvo que en el dictamen sectorial de  Irrigación,  respecto a la vinculación de las cuencas, se cita el informe preliminar  realizado para la Secretaría de Minería de la Nación que se desarrolló  en la  década del ‘80.
“Allí aparece citado uno de los autores, Juvenal   Zambrano, quien años más tarde, en 1996, en conjunto con el ingeniero  Eduardo  Torres, publicaron la ‘Hidrogeología de Mendoza en forma gráfica y  textual’, un  trabajo que posteriormente fue incorporado a otro estudio realizado por  el ex  Cricyt y la Universidad de Andalucía en 2000, donde se especifica que la  cuenca  de Yalguaraz se encuentra cerrada”, manifestó Pablo Alonso.
Alonso   menciona que además de no tener en cuenta esa información, Irrigación  “tampoco  incluyó un estudio que hicieron ellos mismos con la Organización de las  Naciones  Unidas para la agricultura y la alimentación (Proyecto PNUD FAO Arg  00\08  “Cuencas Hidrográficas Unidades de Manejo”). En ese mapa aparece  claramente que  la cuenca de Yalguaraz y la cuenca de Uspallata están separadas”.
Así,   la empresa insiste en que en el Informe de Impacto Ambiental (IIA) y la  Manifestación Específica de Impacto Ambiental (MEIA), así como sus  respectivos  dictámenes técnicos realizados por la UTN, concluyen que la cuenca de  Yalguaraz  no tiene vinculación con otras cuencas.
Por su parte, Eduardo  Sosa  explicó que por más que existan mapas que digan que la cuenca está  abierta o  cerrada, “el tema central pasa por otro lado. Simplemente tenemos que  ver que  existe incertidumbre y, por lo tanto, no se puede tomar una decisión al  respecto”. Para él, lo ideal sería realizar un estudio hidrogeológico  integral,  que permita conocer la geometría del acuífero y sus conexiones con el  sistema  subterráneo de toda la región.
Para el uso de xantato de sodio,  también  hay una respuesta desde la empresa. Explica que el proyecto no implica  ningún  riesgo ambiental porque respeta la ley 7.722, tal como expresa el  dictamen  técnico de la UTN, porque la metodología de extracción no usa ningún  tóxico y  por lo tanto no existe riesgo de contaminación del agua.
“El  xantato de  sodio se usa en todos los procesos de flotación del mundo, especialmente  en  Canadá, EEUU y países de Europa y Australia. Mientras, en Chile lo  utilizan  desde hace 100 años”, señaló Alonso.
Es por eso que la empresa  asegura  que el proyecto no es pasible de la aplicación del principio  precautorio, ya que  entre otras cosas no existe incertidumbre científica luego de lo  presentado por  la UTN y no hay riesgo de daño debido a la calidad de las sustancias  involucradas.
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En detalle
Empresa. La  compañía de origen canadiense Coro Minning (representada a nivel local  por la  Minera San Jorge) pretende explotar cobre y oro en el paraje de 115 mil  hectáreas conocido como Yalguaraz, a 45 kilómetros de la villa de  Uspallata. 
Métodos. La empresa sostiene que garantizará la extracción de  cobre  mediante el método de flotación (con químicos no contaminantes) y  prescindirá  del ácido sulfúrico, tal como lo estipula la ley provincial 7.722. Hay  que  recordar que esta normativa establece que “se prohíbe en el territorio  de la  provincia de Mendoza el uso de sustancias químicas, como cianuro,  mercurio,  ácido sulfúrico, y otras sustancias similares en los procesos mineros  metalíferos de cateo, prospección, exploración, explotación y/o  industrialización de minerales metalíferos obtenidos a través de  cualquier  método extractivo”.
Próximas etapas. Antes de llegar a la  Audiencia  Pública, la Comisión Evaluadora Interdisciplinaria Ambiental Minera  (Ceiam)  deberá realizar un dictamen unificado con todos los informes que han ido   presentado los distintos organismos que la componen (Dirección de  Hidráulica,  Irrigación, las universidades, Recursos Naturales, INTA, Cricyt, Consejo   Provincial del Ambiente, ONGs, entre otras).
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