Este  fue, justamente, la razón del fallo, dado a conocer el miércoles  pasado, en contra del emprendimiento. A pesar de que existe una ley  provincial que prohíbe la explotación minera a cielo abierto, la empresa  tenía personal y equipos instalados en la zona.
Propietarios  de la firma francesa Danone, propietaria de la empresa de agua mineral  Villavicencio, la minera habría invadido sus terrenos sin permiso  alguno. “Como consecuencia de ello, Depromin S.A. y la subcontratista  están provocando daños sobre el ambiente existente en el inmueble el  cual fue declarado Reserva Natural e integrante de la Red de Espacios  Protegidos de la Provincia”, asegura la denuncia.
Según  el mismo fallo, los daños que produce la minera son de extrema  “gravedad e irreparabilidad en el ambiente y sus recursos naturales”.
Por  esto, la titular del Juzgado Civil Nº 11 ordenaron a la minera cesar  las actividades mineras iniciadas dentro del inmueble, retirar del mismo  el personal, bienes y vehículos hasta que las Direcciones de Minería e  Hidrocarburos y de Saneamiento y Control Ambiental resuelvan y queden  firmes las impugnaciones presentadas por Danone contra la Declaración de  Impacto Ambiental, emitida en forma conjunta por ambas Direcciones.  Danone asegura que “resulta indiscutible que cualquier actividad minera  produce fuertes impactos sobre el ambiente”.
“En  este caso se ha demostrado que mas que un posible impacto en el medio  ambiente, hay un riesgo cierto que la actividad minera de Depromin S.A. y  la subcontratista produzcan un daño permanente irreversible a un  recurso natural vital y escaso como es el agua”, afirma la denuncia.
Además,  Danone denunció como hecho nuevo la presencia de un camión que tenía  una capacidad aproximada de 10.000 litros de agua, estacionado al lado  de la máquina que se encontraba perforando en el terreno. De acuerdo con  lo informado por un técnico apoderado de Depromin, esa agua se  inyectaba en la perforación.
También había una  perforación de agua que era conducida por una cañería al terreno de la  minera, a través de un sistema de diques.
“El  agua no estaba limpia, sino que tenía alguna sustancia, pues el agua  tenía color marrón verdoso con algunas manchas oscuras, tal vez  atribuibles estas manchas a la presencia de hidrocarburos. También era  posible ver algunas sustancias que se encontraban en el área de trabajo  en recipientes, como por ejemplo, de bentonita”.
No  es la primera vez
Esta no es la primera vez  que ordenan a la canadiense suspender sus operaciones de búsqueda de oro  y cobre en Villavicencio. En 2006, el mismo juzgado frenó  preventivamente los trabajos de exploración en la reserva. Pero la  empresa volvió a operar. Y ahora anunció que volverá a apelar este  fallo.
PRIMERA FUENTE
 
 
 
 
 
 
 	
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