“Lo dijo en Malargüe una periodista marplatense especializada en divulgación científica, que visitó la mina abandonada Huemul y las obras del encapsulamiento de colas de uranio cerca del centro de la ciudad.
Visitó Malargüe una delegación de la RENACE – Red Nacional de Acción Ecologista, encabezada por la periodista radial marplatense Lic. Silvana Bujan, quien es muy conocida por haber sido galardonada recientemente por la Universidad de Buenos Aires debido a sus méritos en Periodismo de Divulgación Científica.
La Lic. Buján también obtuvo, durante cinco años consecutivos, el premio Martín Fierro al mejor periodismo radial del interior del país, como asimismo
reconocimientos de la Academia Nacional de Periodismo. En materia ambiental, desde hace 20 años se ha especializado en temas relacionados con la minería del uranio.
En éste, su primer viaje a Malargüe, la Lic. Bujan estuvo acompañada por el Ing. Edgardo Musumeci (BIOS-RENACE) y por los asistentes técnicos Ignacio Orsatti y María Laura Musumeci.
En el primer día de actividades se llevaron a cabo visitas al predio donde la CNEA se encuentra trabajando en el encapsulado de colas de uranio, como
asimismo a la mina abandonada Huemul, al sur de la ciudad de Malargüe.
En el segundo día el grupo (sin la Lic. Bujan) estuvo visitando otros sitios geológicos donde la CNEA llevó a cabo, en el pasado, relevamientos de algún tipo, incluyendo Caverna de Las Brujas, donde esa institución hizo mediciones de gas radón cuyos resultados no fueron aún dados a conocer.
Buena recepción en la planta de remediación de la CNEA
En las afueras de Malargüe y a sólo un kilómetro del centro de la ciudad,
técnicos y operarios de la CNEA se encuentran trabajando desde hace años en el encapsulado de las colas de uranio traídas hace tiempo desde la Mina Huemul (Malargüe) y Sierra Pintada (San Rafael).
La visita contó con el acompañamiento de la concejal Norma Bouza quien, siendo diputada provincial en los ´90, había presentado varios proyectos relacionados con el tema, como asimismo el ex concejal Santiago Alí, quien actualmente se desempeña como técnico de la CNEA en esa planta.
Junto al Ing. Musumeci se encontraba también el suscripto, en calidad de cronista a cargo del boletín semanal de la RENACE.
En la reunión la Lic. Bujan hizo un reportaje periodístico al Ing. Guillermo Díaz, a cargo de la planta, y luego se llevó a cabo un reconocimiento del terreno, donde fue posible también conversar con los técnicos ambientales que operan en el sitio.
La entrevista se dio en un clima de camaradería y respeto, y la periodista quedó impresionada con el trabajo realizado por los técnicos locales, aunque
se mostró disconforme con los pocos recursos que la CNEA les provee, como asimismo por la falta de auditaje externo y el desconocimiento de los informes técnicos que esa Comisión nacional elabora regularmente.
Luego de la visita a la mina Huemul y al “pueblo abandonado” dentro del mismo predio, la Lic. Bujan hizo declaraciones a modo de anticipo de los posteriores trabajos de prensa que distribuirá en el resto del país desde su radio marplatense y como dirigente de la RENACE.
Asimismo realizó una entrevista con la concejal Bouza, con la promesa recíproca de cooperación para llevar a buen puerto las tareas de remediación
iniciadas.
“No tiene sentido abrir nuevas minas de uranio si no se remedia lo que hay”
Sobre la visita a las colas de uranio a diez cuadras del centro de Malargüe, la Lic. Bujan manifestó que “nos han guiado empleados que nos han contado en detalle cómo hacen un piso de arcillas, piedras y arenas y, sobre él, colocan los residuos nucleares, cubriéndolos como una empanada con más material del lugar. La pila original aun persiste en un 70% a su propio decir. Llevan décadas y recién han trasladado, al sitio de disposición final, un 30%”.
En relación a la mina Huemul afirmó que “luego de sortear cartelería de PROHIBIDO PASAR - DERRUMBES – PROPIEDAD PRIVADA
Y otras advertencias para desalentar los intentos de acceso de los curiosos, llegamos a la boca de mina, cegada con unas piedras en su entrada y a la ciudad fantasma que, escuela incluida, albergaba a los trabajadores de la mina durante su operación en los 60. Han dejado dos pilas de residuos a su suerte, de unos 10 metros de altura, y desconocemos qué más hay socavón adentro. Había un sector de imposible acceso, cercado con púas y nuevísimos alambrados. Desconocemos qué cosas había en ese área tan celosamente cerrada”.
La especialista llama la atención sobre algunas “paradojas” del emprendimiento visitado, al decir que “la CNEA ha demorado décadas para abordar la remediación del pasivo ambiental de las pilas de residuos nucleares en Malargüe, que es sólo uno de los varios sitios contaminados que ha dejado en diferentes puntos del país. ¿Qué razonabilidad tiene abrir nuevas minas de uranio si no es posible dar cuenta de los pasivos ambientales pendientes?”, y agrega que “si bien se está aplicando tecnología con materiales del lugar y con los cálculos de durabilidad más optimistas, no es posible aseverar la permanencia del encapsulado por siglos, debido a la variabilidad climática acelerada y la incertidumbre ante posibles sismos”.
http://mendozaopina.com/politica/la-mineria-del-uranio-en-malargue-no-tiene-controles-externos-4589
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